domingo, 22 de enero de 2012

En Los Ángeles, el cine porno obligado a usar condón


Las autoridades de Los Ángeles ha aprobado, por mayoría, una ordenanza por la que los actores del cine porno tendrán que usar condones, a lo largo de los rodajes, para poder prevenir una posible transmisión del SIDA, según hemos podido leer en Los Angeles Times. Así recibió 9 de los 10 votos que emite la junta municipal y es un duro revés para el multimillonario sector del porno, que está ubicado en el valle de San Fernando, en la zona de Los Ángeles, que es la zona más importante de la producción de los EEUU. La medida ha sido apoyado y promovido por la organización AIDS Helathcare Foundation, que llevaba varios años moviéndose tras los políticos locales, para que se impusiera el uso de los preservativos, a lo largo de la grabación de películas pornográficas. Según palabras de Paul Koretz: "Personalmente, cada ocasión que tengo para hacer algo que pueda reducir el contagio del sida siempre la aprovecho. Creo que no hay duda, los votantes habrían visto esto como algo de sentido común". Además de obligar el uso del condón, también, establece un impuesto a las productoas dfe cine X, para que lleven a cabo la financiación de las inspecciones por sorpresa, que se realizan, por sorpresa, durante los rodajes. Eso sí, los empresarios del sector y sus grupos cercanos ya han expresado su malestar, de manera inmediada, y lo consideran una sobreactuación, por parte de las autoridades. Hay que recordar que, en los últimos años, muchos rodajes de cine porno, que tienen lugar en la zona de Los Ángeles han tenido que pararse, ya que se detectaron casos de contagio de Sida, entre algunas estrellas de este tipo de cine.
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Un sex shop vegano, en Alemania


Parece que el cuero de las prácticas sadomasoquistas y los derechos de los animales son compatibles. Ahora, en Alemania, nos encontramos con el primer “sex shop” ecológico y vegano. Asñi, en “other Nature”, la tienda alternativa del sexo, podremos encontrar tampones biológicos, preservativos y vibradores, que son ecológicos, y prendas eróticas, realizadas con “cuero vegano”, o sea, con material que imita la piel animal o realizada a partir de cámaras de bicicleta. Según la propietaria de dicho establecimiento, Anne Bonnie Schindler: "Al principio, el objetivo de la tienda era facilitar la exploración del sexo a través exclusivamente de productos ecológicos, y luego decidimos hacer un 'sex shop' puramente vegano". Hay que recordar que el veganismo es una ideología que rechaza el consumo de cualquier producto, que sea de origen animal. Por otro lado, la tienda posee un claro carácter feminista y está orientada, más, hacia las mujeres, aunque los juguetes eróticos que nos ofrecen pueden ser usados por hombres o por mujeres, sin diferencias. "Aquí viene gente de todo tipo. Las más jóvenes han sido una pareja de lesbianas de 18 años que vinieron a comprar su primer juguete. Y la mayor fue una mujer de unos 60 años que se había quedado sola y buscaba algo nuevo". Por otro lado, este "sex shop" ecológico y vegano tiene una decoración diferente: "Quería acabar con el tabú (que rodea a estos establecimientos). Evitar los espacios oscuros, invitar a la gente a hablar. Quería un sitio abierto y luminoso donde la gente se sintiese como en casa", señala. En efecto, se trata de un espacio conformado por dos salas diáfanas, con amplias ventanas, iluminación cálida, sofás y una decoración desenfadada que lo hace parecerse más a las cafeterías de la escena alternativa de Kreuzberg, el barrio en que se asienta, que al prototipo de 'sex shop' con fluorescentes rojos y cristales de espejo. "El concepto es totalmente distinto".
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