Angelika
logró la fama, entre el público español, gracias a su
participación en Las intimidades de Rocco, en la ciudad de
Barcelona, de Rocco Siffredi, en el que realiza una tórrida escena
junto a Michael Carpenter y Holly One. Aquella película, que logró
arrasar en la última edición del Festival de Barcelona, en la que
consiguió los más relevantes premios del certamen, lo que hizo que
se le abrieran las puertas de la productora Negro y Azul, que es
propiedad de Mario Salieri, pese a que el director napolitano no
suele contratar, en ningún caso, a actrices que lleven tatuajes y
Angelika tiene siete tatuajes diversos, en varios lugares de su
preciosa anatomía. Pero, no es valorada, no sólo, por sus
portentosas actuaciones en la pantalla, sino por su gran
profesionalidad. A pesar de que su familia es de profundas
convicciones católicas, “sabe
que me dedico al porno y respeta mi decisión, porque piensa que es
algo que yo hago convencida, aunque hubiera preferido que trabajara
en otra cosa"
Además, siempre ha repetido que le gustaría dar el paso al cine más
convencional, ya que su profesión no es muy respetada, por parte de
la sociedad, en general; además, no le gustaría que su hija Nancy,
que tiene seis años de edad, siguiera sus pasos.
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