La pornografía que podemos consumir, hoy en día, nació gracias al invento de la fotografía. Pocos años después de que se creara, ya nos encontramos con fotos de desnudos y las fotos de parejas, en pleno acto sexual. La primera fotografía pornográfica, en un país anglosajón, la encontramos en Gran Bretaña, en el año 1890, en la que vemos a una mujer haciendo sexo oral a un hombre. Y, tras la segunda guerra mundial, se vio como el porno llegaba a los cines. En los Estados Unidos, gracias a la revolución sexual, se empezó a tratar temas, que hasta ese momento, nunca se habían tratado y, por tanto, se aumenta la producción de materiales de gran contenido erótico. En 1959, se rueda “El inmoral Sr. Teas” de Ross Meyer, que explota -por primera vez- el desnudo de una mujer, en el cine; pero, eso sí, no vemos lo explícito que vemos en la actualidad, en el tipo de cinta pornográficas. Se clasifican como ludies.
Pero, fue en la década de 1970, cuando se estrenan las películas que significan, un antes y un después, en este tipo de cine: Garganta profunda (Deep Throat), Inside Jennifer Wells y Taboo. En los años 80, llegó a nuestras casas, gracias a la industria del video. Desde ese momento, miles de personas pudieron ver este tipo de cine, en sus propias casas y no en las salas de cine -que no era nada cómodo-. Y, las estrellas del porno se hacen muy conocidas, entre ellas, tenemos a Rocco Sifredi o Cicciolina.
Y, en los últimos años, Internet ha facilitado , todavía más, el consumo de Internet. Por otro lado, las obras firmadas por Jean Yves Le Castel, Rocco Sifredi y Cristoph Clark, significará un nuevo comienzo, para este tipo de cine. También, debemos señalar un cambio de hábitos, provocado por las enfermedades sexuales -sobre todo, por el SIDA- que obliga a los actores, y a las actrices, a someterse a exámenes médicos, antes de iniciar un rodaje. Y, en los países islámicos, están totalmente prohibidas.
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