domingo, 29 de agosto de 2010

Linda Lovelace



En un blog, sobre la industria del porno, no podría faltar un homenaje a esta mujer, un auténtico icono de la cultura de los años 70 de los Estados Unidos y del porno.

Su nombre real era Linda Susan Boreman (nació el 10 de enero de 1949, en el barrio del Bronx, en la ciudad de Nueva York). Era hija de un policía y asistió a una escuela católica. No tuvo una vida fácil: tuvo un hijo a la edad de los 20 años, y su madre logró convencerla para que diera a su pequeño en acogida, hasta que estuviera preparada para hacerse cargo de él. Pero, años más tarde, descubrió que su madre lo había dado en adopción, y que no podía volver a verlo. Su familia se marchó a vivir a Florida; pero, en 1970, vuelve a la ciudad neoyorkina. Pero, tuvo un grave accidente y tiene que volver a Florida. Mientras estaba recuperándose, conoce al pornógrafo Charles “Chuck” Taylor, que se convertiría en su marido, proxeneta y manager. Según explicó en su autobiografía, era un hombre muy violento y controlador, que le forzó a volver a la ciudad de Nueva York. Allí, comienza a dedicarse a la prostitución y, también, inicia su carrera como actriz porno, en filmes cortos, de tipo clandestino, de bajísimo presupuesto y de 8 mm. En este tipo de cintas, realiza distintas temáticas, incluso una cinta de zoofilia, en la que trabaja con un perro. La actriz siempre negó esta cinta, hasta el momento en el que salió a la luz.


Pero, su vida cambió totalmente, en el año 1972, cuando se estrenó “Garganta profunda”, de Gerard Domiano. La cinta se centra en un tipo de felación, que se conoce como garganta profunda y del que la actriz se había vuelto una especialista, durante sus años en la prostitución. Tal fue el éxito de la película, que el propio presidente Richard Nixon y los sectores más conservadores e integristas, estaban preocupados por este éxito inesperado. Se cree que la cinta se produjo con el dinero de la mafia y llegó a recaudar la cantidad de 60 millones de dólares. La actriz dijo que nunca había recibido un centavo. Sólo su marido recibió 1250 dólares, por tareas en la producción de la misma.

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